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Entrevista a Marta Valcarce, Fiscal de menores de Sevilla y miembro de la Ejecutiva.

La fiscal Marta Valcarce López acaba de ser nombrada  decana-delegada de Menores en Sevilla, que aglutinará las competencias de Protección de Menores y Reforma. Especializada desde 1994 en menores de edad, en 2014 pasó a ser también fiscal delegada para Protección de las Víctimas en Sevilla. En esta entrevista afirma que mucha violencia familiar se debe a que los hijos han estado demasiado consentidos,  lamenta que toda la formación de los adolescentes en materia de sexo proceda de la pornografía y afirma que a veces se topan con “procedimientos burocráticos rígidos” de la Junta que dificultan su eficiencia.

— ¿Es suficiente la plantilla de la Fiscalía de Menores?

Ahora hay siete fiscales en Reforma y cinco en Protección. Antes éramos uno más en Reforma y funcionábamos mejor, pero comprendo que la Fiscalía de Sevilla no ha tenido aumento de plantilla desde hace bastante tiempo y todos los compañeros tienen una gran carga de trabajo.

Necesitaríamos al menos dos fiscales más, uno en cada rama, y dos funcionarios más en Protección. El servicio funciona muy bien, la jurisdicción de menores tiene que ser muy rápida porque los tiempos no son los mismos que para los adultos.

— ¿Cómo va a organizar el trabajo?

Las competencias estaban hasta ahora separadas y quiero que los fiscales empecemos progresivamente a ver todos los dos aspectos, me gustaría que fueran como vasos comunicantes. Me parece una buena combinación que haya fiscales de Protección que lleven Familia porque cuando se impugna una declaración de desamparo, por ejemplo, el competente para resolver el recurso es el Juzgado de Familia. Esa doble visión no se daba entre fiscales de Reforma y Protección y es necesaria porque hay menores en Protección que cometen delitos o jóvenes en Reforma que están en situación de desprotección.

— ¿Cuántos expedientes tramita esta Fiscalía?

Anualmente se abren tres o cuatro mil diligencias preliminares, de las que unas mil se convierten en  expedientes de reforma.  En Protección tenemos muchos más pero parte de ellos se abren por sospecha de una situación de riesgo que luego no se confirma o que no alcanza la gravedad suficiente, por lo que la intervención se limita a intentar eliminar, dentro de la familia, los factores de riesgo. Si después del paso del tiempo la Junta de Andalucía no nos ha notificado la declaración de desamparo o los servicios sociales no nos dan las noticias, entendemos que la situación se ha corregido.

“La rigidez de la Administración dificulta ser eficientes”

— ¿Como funciona la Administración?

Mi experiencia de cuando llevaba Protección a finales de los años 90 era que el funcionamiento de la delegación provincial de Asuntos Sociales de la Junta era lento, con plazos largos y  en ocasiones no eran muy resolutivos. Me  preocupa que la burocracia venza a la urgencia de la necesidad de los menores. A veces chocamos con procedimientos burocráticos un poco rígidos y eso dificulta ser eficientes. La actividad del fiscal es supervisar la actuación de la Administración pero hay cosas que no podemos resolver. Cuando existen situaciones de riesgo sí que podemos estar encima de la Administración para que  no se retrase, pero las resoluciones no las podemos dictar nosotros.

— ¿Es partidaria de rebajar la actual edad penal de 14 años?

Si, cuando sean delitos muy graves, pero sin perjuicio de dar la posibilidad de aplicar el principio de oportunidad por parte del Ministerio Fiscal porque no todos los adolescentes de 14 años tienen la misma madurez ni el mismo desarrollo.

— ¿Por qué proliferan las agresiones sexuales y las Manadas?

A mí me parece que tanta publicidad produce un efecto llamada, negativo para cometer el delito y positivo para denunciarlo. Ahora que los menores lo aprenden todo en internet,  están aprendiendo el sexo a través de la pornografía. Muchas voces dicen que la pornografía, desde el punto de vista de la mujer, es degradante.  Ahora hay niños de 10 y 12 años que lo han visto todo en cuestión de pornografía, sin tener formación, y creen que eso es lo normal.

No es que sean malvados, no lo hacen por humillar a la chica, lo hacen porque creen que es lo que hay que hacer. Las chicas también ven esas películas y creen que así son las relaciones reales, pero luego se sienten utilizadas al reproducirlas  porque no es lo que se esperaban.

Yo lo comparo con los niños en Estados Unidos que se ponían el disfraz de Supermán y se tiraban por la ventana porque creían que la capa les haría volar, no sabían distinguir la realidad de la ficción.

— ¿Atribuye las agresiones sexuales entre jóvenes a falta de formación?

En gran medida sí. Los jóvenes saben ahora mucho de sexo pero desde el punto de vista de las ciencias naturales. No reciben educación en  relaciones afectivas ni formación moral. A las chicas también hay que darles formación en materia de consentimiento, que manifiesten claramente lo que quieren y lo que no. Porque cuando se produce una agresión sexual clara, es muy clara. Las que son más difíciles para nosotros son las confusas en las que al principio dicen que sí pero luego que no,  o en las que callan.

“Mucha violencia tiene su origen en hijos consentidos”

— ¿Hay una crisis educativa en la familia y en el colegio?

Los padres muchas veces delegan en los colegios y los niños van al colegio a aprender, no a que les eduquen. 

Educar a los hijos es muy difícil, hay que estar todo el día haciendo el ogro. Primero se les antoja el Chupa Chups en el supermercado, a los 15 años quieren una moto y a los 17 quieren una moto y 40 euros pero hay personas que no pueden darles la moto, aunque sí que tenían dinero para el Chupa Chups. Pero mientras tanto han creado un monstruo y  muchas reacciones violentas se deben a que los hijos han estado muy consentidos.

—¿Qué peligros ve en internet?

Nos ha pillado por sorpresa y nos ha desbordado. Los menores tienen dos vidas: la real y la digital, yo casi no conozco adolescentes que no tengan Instagram. Exponen su vida continuamente pero es una vida falsa, solo viven para que les pongan muchos xxx likes, se ven obligados a estar todo el día en el escaparate. Como el mundo de los menores es internet, les importa que les insulten en las redes o que les creen perfiles falsos, y también los delitos que cometen están evolucionando hacia ese medio.

— ¿La progresión de algún delito le preocupa especialmente?

No hay uno por encima de otro. Tenemos muchos problemas de maltrato de hijos a padres que quizá  estén creciendo porque hemos intentado ser menos autoritarios que nuestros padres. La autoridad hace falta pero sin embargo se discuten constantemente todas sus figuras: la Policía, los profesores, los propios jueces y fiscales.

Aquí vemos a muchos chicos a los que nunca han puesto un límite. También vienen a la Fiscalía muchos padres que no pueden controlar a sus hijos aunque no haya maltrato. El niño no quiere ir al colegio, fuma porros, contesta mal y simplemente está amargando la vida a su familia. No hay delito pero hacen la convivencia imposible.

—¿Y el alcohol y las drogas?

Los jóvenes beben muchísimo y consumen hachís con la idea equivocada de que no les afecta, pero sí que les vuelve violentos y les cuesta dejar de consumir. Las drogas son otro de los orígenes del maltrato familiar.

— ¿Hay mucha violencia de genero entre los jóvenes?

Se produce, pero menos que los malos tratos en el ámbito familiar ni he notado un incremento llamativo. Tal vez en ese aspecto se les está formando más y los menores están mejor defendidos. Los padres son muy protectores y cuando ven una situación de estas, rápidamente actúan.

—¿Está satisfecha con los resultados de la mediación?

Es la mejor solución porque satisface a la víctima, el  autor le pide perdón y puede empatizar con ella. En 2018 tuvimos 183 mediaciones que concluyeron con resultado positivo, lo que significa aproximadamente el 20%.

Derivamos sobre todo el acoso escolar, donde resulta muy eficaz porque agresor y agredido tienen que seguir conviviendo, también el vandalismo sobre bienes públicos y los delitos por conducir sin carnet. La mediación es muy eficaz en jóvenes que después de participar en ella no reinciden.

Fuente: Diario de Sevilla

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